jueves, 25 de febrero de 2010

Los oidos o los odios

Hoy tengo calor, mucho calor, las conversaciones en la oficina son demasiado intrascendentes, pero eso no es lo malo, lo malo es que no son divertidas, aunado a esto han colocado música salsa en los altavoces de alguna pc a todo volumen, tengo todo el día trabajando sin parar. AHHHHH!!!! Menos mal cuento con mi mejor amigo.

Por más que los quiera y no pueda vivir sin ellos, mi mejor amigo no es un perro, tampoco es un libro, mi mejor amigo, el que me ha demostrado estar ahí para situaciones difíciles es, definitivamente: mi ipod. Este adminículo es la pareja perfecta cuando se trata de aislarte del mundo y su absurdo, cuando no quieres seguir llenando tu subconsciente de basura mental que otros escupen gracias a esas cajas de resonancia llamadas pulmones. El ipod: una de sus ventajas es que tienes que usarlos con audífonos, lo que garantiza realmente el total aislamiento del entorno, te salvan de la tentación de introducir una cabilla por tus orificios auditivos para salvarte de tener que escuchar sin querer la sarta de estupideces que a cada segundo corres el riesgo de escuchar, porque es que la evolución cometió un error al no dotar al pabellón de la oreja de un aditamento que te permita cerrar tus canales auditivos a voluntad, así como los ojos cuando no quieres ver algo, tu sencillamente bajas los parpados y listo, o puede ser que también te limites a voltear a otro lado y evitas mirar lo que te desagrada, pero los oídos no nos permiten ese acto de sentido común, este sentido es cruel y no nos permite manejarlo a voluntad, el solo tenerlos colocados y funcionando nos expone a un radio amplio de acción, escuchamos todo lo que está a nuestro alrededor, sin distinciones de ningún tipo, si estas en el vestidor del gimnasio puedes escuchar cosas como: (O seeeeaaaa!!! Mi hija mañana se opera las lolas, si, o seeeeaaaa, y su papá me dijo: lo hace a TU riesgo, o seeeaaa, es que me tenía que decir eso porque estamos divorciados!!, ¿marica y tu cuanto tienes? Yo tengo 250 cc ¿y tú huevona?, yo tengo 400 cc marica, ¿Cuántos se pondrá tu hija? 300 cc chama) si escucho una conversación más sobre lolas operadas todas mis neuronas se suicidaran en masa, gracias a mi Ipod eso no sucederá, después se preguntan a donde se dirige la humanidad, es obvio que estamos como dijo un inefable personaje alguna vez: Estábamos al borde del abismo, pero hemos dado un paso hacia adelante. Siguiendo el modo de comportamiento humano, estoy segura que la estupidez será abolida el día en que la alienten en la escuela, así como la lectura: a todos nos han dicho que leer es bueno, ¿Cuántas personas que les gusta leer conoces?, ok, el día que digan que ser estúpido es bueno, ese día disminuirá drásticamente la estupidez.

Mi ipod me ha ayudado a evitar los continuos pensamientos suicidas que me asolaban, ellos son el telón de acero de mis orejas que la naturaleza no me dio, mi muro del apartheid personal, ellos hacen mis colas más llevaderas, cuando ahora salgo con mis ipods solo debo leer los labios de la cajera, total, siempre dicen lo mismo, mi vida ahora es como una película de Disney, musicalizada siempre, pero mejor porque no hay bailecitos; ahora cuando voy al gimnasio no tengo que escuchar el remix de changa que pone el malandro a cargo de la musicalización, YA NO MÁS Tito el Bambino. Es como tener un soundtrack de vida, nada mejor que escuchar Chop Suey de System of a Down cuando estás eufórico, porque cada estado de ánimo tiene musicalización, hasta te facilita determinar de qué humor amaneciste, hasta puede facilitarte la vida en pareja, tu peor es nada puede determinar fácilmente que estado de ánimo tienes solo con ver la pantalla de tu ipod.

Pero no es esta la única ventaja, también evita que gente indeseada te hable, es perfecta para llevar en los vuelos de avión, son capaces de desalentar hasta al conversador más tenaz que se te siente al lado, tu simplemente te colocas los audífonos, cierras los ojos y nadie podrá hablarte, adiós a las conversaciones intranscendentes sobre el clima.

También son un arma espía particularmente eficiente, si por algún milagro logras captar alguna conversación interesante, tu simplemente oprimes el botón de pause en el dispositivo y ya!! Voila, puedes escuchar sin parecer indiscreto, y si sigues moviendo el pie al ritmo de una música imaginaria el efecto es mejor.

En definitiva, el Ipod: el invento del siglo, porque no es lo mismo oído para escucharte que te odio por escucharte.

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